En este blog trataremos temas relacionados con la natación: sus beneficios, como practicarlo, las dietas mas aconsejables o los distintos entrenamientos que se pueden realizar, junto con noticias de interés.
El
waterpolo es un deporte que se practica en una piscina, en la cual se enfrentan
dos equipos. El objetivo del juego es marcar el mayor número de goles en la
portería del equipo contrario, durante el tiempo que dura el partido.
Los equipos cuentan en el agua con 6 jugadores y un portero.
Se diferencian por el color del gorro (generalmente, blanco los locales, azul
el equipo visitante y rojo los porteros). Existen faltas, expulsiones
temporales y expulsiones definitivas. Un partido se divide en cuatro tiempos de
juego efectivo (cuando la pelota está en juego) de 8 minutos cada uno. Los
jugadores no pueden pisar el suelo de la piscina, ya que está prohibido y
generalmente la profundidad de la piscina no se lo permite. Los jugadores
tienen que mantenerse todo el partido flotando, lo que les hace consumir mucha
energía. Un equipo tiene 30 segundos de posesión de la pelota para efectuar un
lanzamiento a la portería contraria.
El acompañamiento y vigilancia exhaustiva del niño que evite el ahogamiento del niño.
Si es al aire libre, la aplicación de cremas contra el sol
de máxima protección y especiales para niños antes y durante (cada hora o
menos).
Con respecto a las infecciones, el riesgo a padecerlas es
mayor en piscinas masificadas (generalmente las públicas) y su prevención no es
fácil: el uso de chanclas nada más salir evitaría las infecciones por hongos en
los pies, y en niños con lentillas éstas no deben usarse.
La elección de piscinas que cumplan la normativa de
desinfección y aireación.
Según un artículo de la Asociación Española de Pediatría, existe riesgo de que los bebés y niños más pequeños presenten estos problemas y enfermedades relacionados con la natación:
La hiperhidratación por la ingesta de agua
La conjuntivitis química por cloro (sobre todo en verano, ya que el sol contribuye más a ello)
La conjuntivitis infecciosa vírica (por adenovirus, muy contagiosa y prolongada) o bacteriana
La infección de córnea en niños con lentillas (queratitis, que en algunos casos puede ser grave)
El molluscum contagiosum (infección de la piel a modo de verruga con centro deprimido que se propagan por el resto de la piel y especialmente contagiosa en piscinas)
Infecciones de los pies por hongos (sobre todo en duchas)
La pitiriasis versicolor (infección de la piel de la espalda por hongos)
Las diarreas
La quemadura solar (con el consiguiente riesgo ulterior de cáncer de piel)
Los traumatismos
El ahogamiento: este es el peligro más importante que deriva de la desatención por parte de padres o monitores
La natación, como cualquier tipo de ejercicio físico, implica una serie de riesgos. Algunos de ellos son controlables, incluso se pueden eliminar. Otros solo pueden reducirse. 1. Riesgo de lesión nueva: En la natación hay que tener mucho cuidado con la técnica. Nadar es mucho más que echarse al agua y desplazarse. La natación requiere movimientos continuos de brazos requiriendo mucha movilidad de hombros, espalda y piernas. Si la técnica no es buena o si se realiza más esfuerzo del necesario, la lesión puede irse generando poco a poco. 2. Riesgo de empeorar una lesión: Se suele recomendar la natación a las personas que tienen un problema de espalda, pero no hay que olvidar que, dependiendo del problema que sea (cifosis, escoliosis, ciática, hernia discal…) habrá unos ejercicios que vengan bien y otros que pueden ser contra producentes. 3. Riesgos relacionados con el medio acuático: Algunas personas tienen más facilidad que otras para desenvolverse en el agua. Algunas personas le tienen miedo y no disfrutan de la actividad. Otras simplemente son “más de secano”, y tienen tendencia a sufrir resfriados o pasar frío en el agua, aunque la piscina esté climatizada. Otros riesgos son las medidas de higiene, muy necesarias al utilizar piscinas donde acude gran número de personas.
La natación sincronizada es una disciplina que combina natación, gimnasia y danza, consistente en nadadores se puede realizar de
forma individual, en parejas, o en equipos. Consiste en realizar en el agua una serie de movimientos
elaborados, al ritmo de la música.
Al igual que otros deportes, la natación sincronizada ha ido evolucionando y ha dejado de ser un deporte para chicos. Este deporte demanda grandes habilidades acuáticas, y
requiere de resistencia física y flexibilidad, gracilidad, arte y precisión en
el tiempo, así como un excepcional control de la respiración bajo el agua.
Este deporte puede realizarse de forma individual o
colectiva:
Individual: Las nadadoras crean ejercicios o
"rutinas" haciendo combinaciones de posiciones básicas y
transiciones, llamadas figuras. En sus actuaciones, utilizan transiciones
creativas para moverse de un lado a otro de la piscina, ya que los ejercicios
deben hacerse recorriendo la misma en toda su extensión.
Dúos: Exigen una perfecta coordinación de las dos
nadadoras, además de una buena sincronización con el cuerpo de su compañera. En
la rutina libre, no están obligadas a realizar las figuras al mismo tiempo,
pero sus movimientos deben estar coordinados artísticamente. Aquí también se
puede cargar su compañera. El dueto se puede apreciar más que el solo ya que
tienen coordinación desde el primer momento en que empieza la música.
Equipo: De cuatro
a ocho participantes, son las que lo componen, deben actuar sincronizadas
perfectamente, aunque no todas realicen las mismas figuras. Las actuaciones por
equipos requieren muchas horas de entrenamiento. En competiciones oficiales de
categoría absoluta deben realizar un ejercicio técnico y otro ejercicio libre.
Combo o combinado libre: Es otra modalidad de la
natación sincronizada. Es igual que la modalidad de equipo pero incluye
individuales y solos, es decir, en una misma coreografía las nadadoras nadan
todas juntas, después una sola, o dos solas, o tres... y así sucesivamente.
Después todas juntas otra vez. Cabe destacar que la "sincro combinada"
es un ejercicio libre.